El término retrato se refiere a la representación de la figura de una persona, bien sea en pintura o escultura, este define o retrata los rasgos y características de dicha persona.
En la pintura, el retrato pictórico es un género de pintura, en el que se ilustra la apariencia externa o visual de un modelo. Usualmente, se representan seres humanos, pero en algunos casos pueden ilustrarse animales.
Aunque, comúnmente, los retratistas trabajan bajo encargo, o inspirados en personas particulares o públicas. Cuando el autor decide pintarse así mismo, se denomina autorretrato.
En principio, se retrataba a los ricos y poderosos. Sin embargo, poco a poco, el retrato se fue difundiendo entre la clase media, con encargos para familiares o colegas.
El género, también, fue evolucionando con respecto a la técnica. Para lograr un retrato bien efectuado, los artistas buscaban no solo plasmar la apariencia externa, sino también, tratar de representar el significado interno y la esencia del protagonista.
Aristóteles, mencionó que “el objetivo del arte era presentar el significado interno de las cosas, ya que, esto contribuía a la autentica realidad”, realidad que buscaba reflejar un retrato.
Sin embargo, durante mucho tiempo, la rigidez imperó en el género, y la única expresión permitida era, cómo mencionó Edward Burne-Jones, “la expresión del carácter”
La idea principal era, retratar a la persona sin ninguna expresión efímera, temporal o accidental. Lo que daba como resultado, una apariencia muy seria con una mirada fija y los labios algo apretados.
Algunas veces se encontraban retratos pictóricos que mostraban una ligera sonrisa. Como lo es el cuadro de “La mona lisa (la Gioconda)” del pintor italiano Leonardo da Vinci.
El retrato a través de la historia
El retrato realmente, surge de la necesidad o impulso que posee el ser humano de retratar o describir a una persona en concreto. Realmente, es un rasgo que surge espontáneamente y de manera ingenua. Es por ello, que podemos encontrar retratos desde la era prehistórica.
En la pintura de las civilizaciones antiguas como Egipto, se utilizaban frecuentemente este tipo de representaciones, para, retratar a sus gobernantes o retratar a sus dioses. Sin embargo, estos no eran retratos realistas, ya que, no se detallaba las características físicas del personaje (los sujetos eran representados de manera estilizada y retratados de perfil).
También, en Roma existían otras manifestaciones de retratos de personas particulares funerarios. Gracias a los escritos de Gayo Plinio Segundo, conocido también como Plinio el Viejo, podemos conocer que el arte o pintura retratista era muy bien conocida en la Antigua Grecia.
Plinio menciona que el arte que lograba retratar genuinamente a las personas había desaparecido, ya que, las características de los sujetos no eran reales. Los ojos presentaban un tamaño muy grande, y la calidad y habilidad variaba demasiado según cada pintor.
Más tarde, en la edad media, el retrato también aparece en piedras funerarias y en manuscritos iluminados. Un ejemplo, es el autorretrato de Hildegarda de Bingen en el “Códice de Wiesbaden”. Bingen fue una escritora, abadesa, filosofa, profetisa, mística, y compositora alemana.
Por otro lado, las primeras pinturas, que se crearon en la baja edad media eran exclusivamente alusivas a la representación de una persona. Se realizaban de perfil, al estilo de medallas.Éstas debían cumplir ciertos requisitos, como saber cómo representar al protagonista de forma realista, exaltando sus virtudes y ocultando en mayor medida sus defectos.
El retrato de perfil en el siglo XV
Al inicio, habíamos mencionado que las primeras representaciones del retrato fueron realizadas por los egipcios. Quienes realizaban los retratos de perfil, sin embargo, eran representados de forma no muy realista y muy estilizados.
Sin embargo, en el siglo XV, aunque se continuó usando el retrato de perfil, se buscaba ser más realista, tratando de exaltar al personaje, resaltando sus virtudes y sus mejores cualidades.
Es por ello, que cuando se representaba a un personaje célebre, era necesario que la elección de la pose, la expresión, la composición enfatizaran en gran medida las cualidades, el rango intelectual y social del protagonista. Además, siempre se buscaba que se le pudiera reconocer de manera instantánea.
Los retratos de los artistas del Norte de Europa, comenzaban a ser más realistas, gracias a la utilización de la técnica de pintura al óleo, que en aquel entonces era una técnica nueva. El óleo, permitía pinceladas más finas, y, además, crear matices. Mientras, al Sur de Europa se continuaba utilizando la técnica del temple.

Por esta razón, los pintores del Norte de Europa jugaron un poco más con las diferentes perspectivas del personaje. Abandonando el perfil y optando el medio perfil. representando a la persona mirando al espectador, con sus manos visibles en algunos. Se trataba de cuadros con un volumen y una perspectiva más realistas.
Entre los primeros pintores que utilizaron esta técnica podemos encontrar a Jan van Eyck, pintor flamenco. Una de sus obras más reconocidas, es el “Matrimonio Arnolfini”, que se trata de un retrato en pareja, realizado el año 1434.
En el cuadro se representa al mercader Giovanni Arnolfini, junto a su esposa embarazada Giovanna Cenami. La pintura tiene una gran carga simbólica, mostrando a la pareja de pie en su alcoba. Giovanni Arnolfini bendice a su esposa, quien le da su mano derecha y apoya su otra mano sobre el vientre.
En el renacimiento
En este periodo, se desarrolló aún más el retrato, resurgiendo y renovándose como un tema independiente. Asumiendo un papel bastante importante en el renacimiento. Y alcanzando un nuevo equilibrio y armonía, siendo considerados genios a artistas como Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel o Rafael Sanzio. Muy valorados por parte de la nobleza y la iglesia.
De hecho, en la nobleza, sobre todo florentina y milanesa, era un simbolo de distinción poseer los retratos más realistas posibles, por lo que buscaban el trabajo de estos grandes maestros.
Muchos grandes artistas se dedicaron al género, y durante este periodo podemos encontrar obras de pintores como Domenico Ghirlandaio, Piero della Francesca y Tiziano, entre otros. El más destacado fue Leonardo Da Vinci, quien se encontraba entre los primeros pintores que añadió un valor simbólico y alegórico a sus retratos.
Una de las características más importantes de los pintores italianos, era que representaban a sus modelos de medio cuerpo, con trajes sobrios y poses solemnes.
El perfecto ejemplo de esto, es la famosa obra “La Gioconda (La Mona Lisa)”. Cuadro donde se representa a Lisa Gherardini, una noble florentina de la familia Gherardini. Encargo realizado por su esposo a Da Vinci.

También, se convirtió en una característica de este periodo añadir asimetría al rostro con el uso de detalles sutiles, como una sonrisa, y una correcta iluminación del rostro. De hecho, Da Vinci, aconsejó sobre cómo aplicar la luz en la pintura de retrato, y mencionó, que el nivel alto de luz junto con la sombra le daban un mayor relieve y profundidad a la cara.
Sin embargo, cuando hablamos de “La Mona Lisa” cabe destacar el valor psicológico agregado por el autor. Ese pequeño detalle, la sutil sonrisa de la Gioconda (entendida como un dominio entre las emociones y el control del cuerpo), ha provocado una cantidad incontable de teorias a lo largo de los años, y la búsqueda de secretos y misterios imposibles.
Durante el barroco o rococó
En este movimiento, que ocupó los siglos XVII y XVIII, la pintura de retrato obtuvo una mayor importancia, especialmente para representar y documentar el estatus social y la posición de una persona o un grupo de personas. Esto se debió, fundamentalmente, a que la sociedad estaba cada vez más dominada por la burguesía.
Los pintores que más se destacaron durante este periodo fueron Anton van Dyck, pintor flamenco y Pedro Pablo Rubens, pintor alemán. El autoretrato que realizó Rubens con su primera esposa, en el año 1609, es un ejemplo magistral de los retratos en pareja.

El estudio de Rubens fue uno de los más grandes de su época, siendo empleado por artistas que pintaron diferentes géneros, como bodegón, escenas de género o paisajes. Uno de los pintores que estudió durante años allí, fue Van Dyck.
Aunque Rubens fue el primer pintor en ser empleado por el Rey Carlos I de Inglaterra, mas tarde, empleó a Van Dyck como su pintor de corte, lo nombró caballero y le confirió el estatus cortesano.
Desde ese momento, Van Dyck se especializó en el retrato cortesano. E introdujo diferentes elementos de encuadre, utilizando figuras y personajes externos como caballos o pajes.
Otra de las innovaciones que surgió en el barroco, fue el desarrollo y la mejora de la representación de las expresiones faciales, mejorando la transmisión de las diferentes emociones de la persona.
Además, en el año 1586 se publicó el libro de “La fisionomía humana”, que se convirtió en una guía para los artistas del barroco. Con esta información, los pintores pudieron aumentar sus conocimientos sobre la representación de las expresiones del rostro humano.
También, se produjeron en gran número los retratos de grupo o colectivos. Un ejemplo de esto, es el cuadro “Banquete de los arcabuceros de San Jorge de Haarlem” del pintor holandés Frans Hals, precursor de este género en los Países Bajos.
El retrato en el siglo XIX
Durante el siglo XIX, los artistas franceses como Jean Auguste Dominique Ingres y Jacques-Louis David, demostraron ser maestros en este género. También se introdujo el elemento del espejo en los retratos, con el fin de retratar la vista trasera de la persona.
Tras la primera mitad de siglo, los artistas románticos buscaron su inspiración en mujeres hermosas e influyentes. Mientras que pintores como Eugène Delacroix, elaboraban piezas únicas, con una iluminación dramática. Otros como el español Francisco Goya, llegaron a pintar las obras más provocativas y buscadas de aquella época. Entre ellas se encuentra la pintura “La maja desnuda”

Obra donde el pintor español, retrata el cuerpo entero de una mujer muy hermosa. Que se encuentra recostada en un lecho, mirando directamente al espectador.
Lo que provoca la mayor sensualidad de la pintura es que se trataba de una mujer real, que era contemporánea del pintor. No se trataba de un desnudo mitológico. Por esta razón, se convirtió en un cuadro muy solicitado.
Los pintores realistas de este siglo, comenzaron a elaborar retratos que representaban a personas de clase media o baja. Estos realistas dieron paso a los impresionistas en los años 1870. Pintores como Claude Monet (pintor francés, uno de los creadores del impresionismo) y Pierre-Auguste Renoir (pintor francés impresionista), utilizaron de modelos para retratos a sus amistades y hasta familiares.
Sin embargo, en consecuencia al desarrollo de la fotografía, muchos modernistas comenzaron a frecuentar estudios de fotografía para hacer sus retratos.
Al ser una opción más económica y rápida, la fotografía suplantó en gran medida la pintura de retrato. Y, aunque algunos artistas la consideraran como una herramienta enemiga. Artistas realistas como Eakins y Degas, la consideraban como una herramienta útil para realizar sus composiciones.
Durante el siglo XX
Como comenzó a verse en el siglo XIX, con la aparición de la fotografía, los artistas ampliaron sus posibilidades con respecto al retrato. Buscando dificultades en la visualización y tomando el color y las formas como el principal objetivo de estos.
El perfecto ejemplo de esto, son las obras del posimpresionista Vincent van Gogh, quien utilizaba remolinos de color. La mayoría de sus autorretratos reflejan muy bien su técnica.
Por otro lado, los pintores expresionistas, también propusieron técnicas de estudios psicológicos que resultaban irresistibles. Destacando artistas como Max Beckmann y Otto Dix, pintores alemanes que crearon retratos expresionistas magistrales.

Durante este periodo, los artistas abandonaron casi en su totalidad los encargos de la burguesía, para retratar libremente a familiares, amigos, o a ellos mismos, implementando el autorretrato.
Además, comenzaron a utilizar nuevas técnicas, interesándose por la abstracción y el arte no figurativo. De esta manera, renovaron y cambiaron el carácter del retrato tradicional. Sin embargo, muchos de los artistas estadounidenses contemporáneos comenzaron a crear retratos más realistas, utilizando el rostro como un punto focal. El ejemplo perfecto de esto, es el cuadro de “Marilyn Monroe”, pintado por Andy Warhol.
Tipos de retratos pictóricos
Este género, a evolucionado a lo largo de la historia. Cambiando y renovando sus características, perspectivas, técnicas, colores, elementos, etc. Es por ello, que, al ir desarrollándose, muchos artistas han utilizado diferentes técnicas para representar el retrato. Logrando cada vez más realismo y simbolismo, con el pasar de los años y siglos.
Retrato de perfil
Los retratos de perfil, fueron las primeras manifestaciones del retrato como tal. Apareciendo por primera vez en Egipto, para representar faraones, dioses, gobernantes etc. Sin embargo, estaban un poco alejadas de la realidad, ya que, se representaba al modelo muy estilizado.
Mas tarde, durante la edad media, la perspectiva continuaba siendo plana. Utilizando el perfil en medallas y pinturas dedicadas principalmente a la nobleza o las figuras religiosas.
Retrato medio-perfil
Con la aparición de la técnica de pintura al óleo, algunos pintores, comenzaron a realizar retratos más realistas. Principalmente, fueron los artistas del Norte Europa, quienes tomaron un camino más realista, gracias a que el óleo le permitían esto. Ya que, permite dar pinceladas finas y crear matices que, en la época de la baja edad media, el temple (técnica que se utilizaba antes del óleo) no era muy versátil.
Por esta razón, se abandonó el perfil para optar por el medio perfil, donde el representado miraba directamente al espectador y usualmente sus manos aparecían en la pintura. Además, al utilizar la técnica de pintura al óleo, y optar por esta perspectiva, se conseguía un volumen más realista.
Retrato psicológico
El propósito de este tipo de retratos, generalmente tiene un propósito íntimo. Con esto se busca de darle un significado más allá de la representación física del modelo. Buscando retratar el carácter de una persona, captar sus emociones o hasta su personalidad.
Los maestros de este tipo de retrato, podemos asegurar que fueron Van Dyck, Velázquez y también Rembrandt. Sin embargo, el cuadro de la Mona Lisa, se destaca enormemente por su efecto psicológico.
Autorretrato
El autorretrato surge como un nuevo género que le brinda al pintor tomar conciencia de su propia identidad. Se convierte en el espejo de la personalidad del pintor, y para el artista esto era muy emoción muy intensa, era el contacto directo con ellos mismos.
El proceso se convertía en un momento íntimo, se realizaba con ayuda de un espejo, cruzando la mirada directamente con el pintor. Por eso, algunos artistas se sentían abrumados, debido a que sentían complejos de inferioridad. En especial, los pintores occidentales, quienes se sentían intimidados por los artistas mitológicos de la época romana.
Aunque los primeros autoretratos occidentales aparecieron en el renacimiento, esta técnica cobró mayor importancia tras el periodo clásico.
Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Retrato_pict%C3%B3rico
https://www.aparences.net/es/arte-y-mecenazgo/el-retrato-en-el-renacimiento-italiano/el-retrato-de-perfil-en-el-siglo-vi/
https://www.aparences.net/es/arte-y-mecenazgo/el-retrato-en-el-renacimiento-italiano/el-autorretrato-en-el-quattrocento/
https://paulinaaleshkina.com/blog/10-consejos-utiles-retratos-psicologicos/
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