Johannes Vermeer fue uno de los pintores más importantes del barroco Holandés. Sus obras, cargadas de simbolismo, y su misteriosa vida, de la que apenas conocemos algunos detalles, siguen inspirando a la gente tras casi 350 años desde su muerte.
Johannes Vermeer nació en Holanda, específicamente en la ciudad de Delf en el año 1632. Aunque, debido a la poca información que existe sobre su vida, es difícil afirmar una fecha exacta para su nacimiento.
Respecto a su padre, se conoce que de manera esporádica trabajaba como marchante de arte. Aunque también tenía una posada para albergar a viajeros itinerantes y en algunas ocasiones era tejedor de tapices.
No obstante, a pesar de lo poco se conoce, sí es posible afirmar que todo el entorno de Johannes se trataba de un ambiente dónde el arte tenía prioridad. Es por ello que desde muy joven aprendió y se dedicó a la pintura.
Cuando apenas contaba los nueve años de edad, sus padres compraron una hostería en una sofisticada zona al norte de Marktvelde, en Delf.
Esta forma de vida les permitió obtener ciertas comodidades. Además, los artistas más importantes de la época se encontraban en la hostería para hospedarse y fueron ellos, quienes más tarde, influirían en las decisiones artísticas del joven Vermeer.
Una de las afirmaciones más difíciles de probar sobre la vida de Vermeer, es quién fue su maestro artes. Es decir, durante su carrera se le comparó con muchos artistas de la época, pero no hay información concisa acerca de quién lo enseñó a pintar. Esto se debe, principalmente, a que su estilo no se aproximaba al de ningún artista de la época.
En este sentido, se considera que Johannes Vermeer es uno de los artistas más enigmáticos en la historia del arte. Su personalidad, gustos, inquietudes y relaciones amorosas, están limitadas a sus obras, por lo que el resto de su vida permanece en el misterio.
1632: Johannes Vermeer nace en Delft, Holanda, el 31 de octubre. Es el segundo hijo de Reynier Jansz y Digna Baltens.
1641: Vermeer ingresa en la escuela latina local y recibe una educación formal.
1653: Vermeer se casa con Catharina Bolnes, con quien tendrá 15 hijos.
1654: Vermeer se convierte en miembro de la Guilda de San Lucas, la asociación de artistas de Delft.
1657: Vermeer adquiere una casa en Oude Langendijk en Delft, donde vivirá por el resto de su vida.
1659: Vermeer comienza a pintar en un estilo barroco clásico.
1660: Vermeer crea una serie de pinturas sobre temas religiosos.
1662: Vermeer se convierte en decano de la Guilda de San Lucas.
1665: Vermeer pinta «La lechera», una de sus obras más famosas.
1666: Vermeer pinta «La carta de amor», otra de sus obras más famosas.
1667: Vermeer enfrenta dificultades financieras debido a la guerra entre Holanda e Inglaterra.
1668: Vermeer muere en Delft, el 15 de diciembre, dejando a su esposa y sus 11 hijos supervivientes en dificultades económicas.
1672: El hijo de Vermeer, Johannes, se casa con la hija de Pieter de Hooch, también pintor.
1680: Catharina Bolnes, la esposa de Vermeer, muere.
1683: Se subasta una colección de 21 pinturas de Vermeer, incluyendo «La lechera» y «La carta de amor», pero las obras no se venden por su elevado precio.
1696: La colección de 21 pinturas de Vermeer se subasta de nuevo, esta vez se venden con éxito.
Johannes Vermeer, uno de los artistas más importantes del siglo XVII, es conocido por su habilidad para capturar la luz y las sombras con una precisión sorprendente en sus pinturas. Nacido en 1632 en Delft, Países Bajos, Vermeer se convirtió en miembro del gremio local de pintores a la edad de 21 años y comenzó a producir una serie de obras que reflejan la vida cotidiana de la clase media holandesa.
El estilo de Vermeer es distintivo por su uso magistral de la luz y el color, que crean una sensación de profundidad y realidad en sus pinturas. Además, su atención al detalle y su técnica cuidadosa de la composición hacen de sus obras una maravilla para admirar. Vermeer también fue conocido por su habilidad para retratar a las mujeres en sus pinturas, dando a sus obras una sensación de intimidad y elegancia.
A pesar de su influencia en la historia del arte, la vida personal de Vermeer sigue siendo un misterio. Apenas se sabe nada sobre su vida más allá de su carrera como artista y su matrimonio con Catharina Bolnes, con quien tuvo 15 hijos. Vermeer murió a la temprana edad de 43 años en 1675, pero su legado artístico ha perdurado hasta el día de hoy, con su trabajo influyendo en generaciones de artistas y admiradores del arte en todo el mundo.
Johannes Vermeer: Infancia y juventud
Johannes Vermeer nació el 31 de octubre de 1632 en Delft, una ciudad en la provincia holandesa de Holanda Meridional. Era el segundo hijo de Reynier Jansz, un comerciante de seda y terciopelo, y Digna Baltens, quien provenía de una familia de orfebres. La familia de Vermeer tenía un buen estatus social y financiero, y se sabe que estuvieron involucrados en el gremio de la seda y en la política local.
Durante sus primeros años de vida, Vermeer mostró poco interés en los negocios de su padre y, en cambio, se inclinó hacia las artes. Se sabe que comenzó a pintar a una edad temprana y que su obra temprana incluía escenas de género, retratos y paisajes.
La formación de Johannes Vermeer como pintor ha sido objeto de debate y especulación, ya que no existe información segura sobre sus años de aprendizaje. Se ha propuesto que Vermeer pudo haber sido alumno de Leonaert Bramer, aunque se han señalado diferencias en su estilo que han puesto en duda esta hipótesis.
Además, se han identificado contactos entre Vermeer y Gerard ter Borch, lo que sugiere que pudo haber recibido influencias de este pintor. Otra hipótesis que se ha propuesto es que Vermeer pudo haber sido alumno de Carel Fabritius, quien a su vez había sido educado en el taller de Rembrandt. Sin embargo, en la actualidad, esta teoría es objeto de duda por parte de los expertos. En su lugar, se suele mencionar a Pieter de Hooch, quien vivió en Delft entre 1652 y 1661, como una de las principales influencias de Vermeer. Se puede reconocer el estilo refinado y perfilado de Hooch en la pintura costumbrista de Vermeer.
Vida adulta temprana: Matrimonio con Catharina Bolnes, primeros trabajos y su ingreso a el gremio de San Lucas
La vida adulta temprana de Johannes Vermeer se caracterizó por importantes eventos que marcaron su carrera como pintor. En 1653, a la edad de 21 años, se casó con Catharina Bolnes, quien pertenecía a una familia adinerada de Delft. Este matrimonio le proporcionó cierta estabilidad económica y le permitió dedicarse a su pasión por la pintura. La pareja tuvo 15 hijos, lo que indica que Vermeer tenía que compaginar su trabajo artístico con las obligaciones familiares.
En cuanto a su carrera artística, se sabe que Vermeer comenzó a trabajar como aprendiz de pintor en su juventud. A pesar de que no se dispone de información precisa sobre su formación, se sabe que se hizo miembro del gremio de San Lucas el 29 de diciembre de 1653 como pintor libre, lo que indica que tuvo que pasar por un período de aprendizaje de seis años antes de adquirir su maestría y ser aceptado en el gremio.
A partir de entonces, Vermeer comenzó a producir una serie de obras de arte que lo llevaron a consolidarse como uno de los artistas más destacados de la época. Sus primeros trabajos reflejan la influencia de otros artistas contemporáneos, como Gerard ter Borch, y aunque no se ha confirmado que haya sido alumno de Carel Fabritius, su estilo también muestra ciertas similitudes con el del maestro Rembrandt.
El ingreso de Vermeer en el gremio de San Lucas en 1653 no solo le permitió trabajar como artista independiente, sino que también le brindó la oportunidad de establecer contactos con otros pintores y comerciantes del arte en Delft. Gracias a ello, pudo expandir su clientela y ganarse un prestigio como pintor. Se sabe que sus obras eran valoradas por sus contemporáneos, y que los coleccionistas de arte los adquirían a precios elevados.
El taller de Vermeer: Técnica, estilo y su relación con otros artistas de su época
Aunque no hay registros detallados de cómo trabajaba Vermeer, se cree que utilizaba una técnica que involucraba capas delgadas de pintura translúcida, creando un efecto de profundidad y luminosidad en sus obras. Además, es probable que haya utilizado una cámara oscura para ayudarlo en la composición y la perspectiva en algunas de sus pinturas.
El estilo de Vermeer se caracteriza por su uso experto del color y la luz, así como por la representación de escenas cotidianas y la atención al detalle en la ropa y el mobiliario. Se dice que su estilo se inspiró en la obra de otros artistas de su época, como Pieter de Hooch y Gerard ter Borch, pero también tiene características únicas que lo diferencian.
Vermeer mantuvo una estrecha relación con otros artistas de su época, especialmente con su cuñado, el pintor Gabriel Metsu. Además, algunos expertos creen que Vermeer pudo haber colaborado con otros artistas en la creación de algunas de sus pinturas, como en el caso de «La callejuela», que se cree que pudo haber sido pintada en colaboración con Pieter de Hooch.
En cuanto a su taller, se sabe que Vermeer empleó a un número reducido de asistentes, lo que sugiere que su producción artística era limitada y que cada obra fue cuidadosamente diseñada y ejecutada. Además, su esposa Catharina Bolnes y sus hijos también pudieron haber trabajado en el taller, ayudando en tareas como la preparación de pigmentos y la limpieza de pinceles.
Últimos años, muerte y legado de Johannes Vermeer
Los últimos años de Johannes Vermeer estuvieron marcados por dificultades financieras y personales. El mercado del arte estaba en declive, y Vermeer luchaba por vender su obra a precios adecuados. A pesar de ello, continuó produciendo pinturas de alta calidad.
En 1675, Vermeer sufrió una crisis financiera cuando un prestamista de Ámsterdam que había financiado algunas de sus pinturas se declaró en bancarrota. Esto dejó a Vermeer con una gran deuda que nunca pudo pagar completamente.
Johannes Vermeer falleció el 15 de diciembre de 1675 a la edad de 43 años en su casa de Delft. La causa de su muerte sigue siendo desconocida, aunque se ha especulado que pudo haber sufrido una enfermedad como la tuberculosis o el cáncer. Fue enterrado en la Iglesia Vieja de Delft, donde todavía se puede ver su tumba.
El legado de Johannes Vermeer es enorme y su obra sigue siendo admirada y estudiada por artistas, historiadores del arte y amantes del arte en todo el mundo. Su enfoque innovador en la luz y la atmósfera, así como su técnica precisa y detallada, han sido imitados y admirados por muchos artistas posteriores.
En particular, los impresionistas del siglo XIX, como Claude Monet y Edgar Degas, se inspiraron en Vermeer para desarrollar su propio estilo distintivo. Monet, por ejemplo, admiraba la luminosidad y el colorido de las obras de Vermeer y trató de incorporar estos elementos en sus propias pinturas.
La influencia de Vermeer también se puede ver en la literatura y el cine. El novelista británico Tracy Chevalier escribió una novela popular en 1999 titulada «La joven de la perla», que se inspiró en el cuadro homónimo de Vermeer. La novela fue posteriormente adaptada al cine en una película del mismo nombre en 2003, que ayudó a aumentar aún más la popularidad de Vermeer.
Reconocimiento tardío de la obra de Johannes Vermeer
Después de la muerte de Vermeer en 1675, su obra se mantuvo relativamente desconocida y pasó desapercibida durante muchos años. En el siglo XVIII, el gusto por los temas históricos y mitológicos prevaleció sobre la pintura de género y costumbrista que caracterizaba el trabajo de Vermeer, lo que resultó en una disminución en la demanda de su obra.
No fue hasta el siglo XIX cuando la obra de Vermeer comenzó a ser redescubierta y apreciada. En 1822, el crítico de arte Théophile Thoré redescubrió varias de sus pinturas en la casa de subastas de La Haya, y en 1866 publicó un artículo que lo identificaba como uno de los maestros holandeses más importantes. A partir de ese momento, la reputación de Vermeer comenzó a crecer.
Uno de los factores que contribuyó a la reevaluación de su obra fue el aumento del interés en la pintura holandesa del siglo XVII en general. Los historiadores del arte comenzaron a estudiar en profundidad las características de la pintura de género y costumbrista, y descubrieron en la obra de Vermeer una calidad y sofisticación que hasta entonces había sido pasada por alto.
Además, se produjo un aumento en la demanda de su obra por parte de los coleccionistas y museos, lo que elevó su valor y aseguró su lugar como uno de los grandes maestros de la pintura holandesa. En la actualidad, las pinturas de Vermeer se encuentran en algunas de las colecciones más prestigiosas del mundo, y son objeto de estudio y admiración por parte de los historiadores del arte y el público en general.
- Especulación sobre su vida privada: Debido a la falta de registros y documentos, poco se sabe sobre la vida privada de Vermeer. Algunos han especulado que tuvo un romance con su modelo y sirvienta, Griet, que es el tema de su obra «La joven de la perla», aunque no hay evidencia concluyente de esto.
- Posible uso de lentes ópticos: Se ha especulado que Vermeer utilizó lentes ópticos para ayudarse en la creación de sus obras, lo que habría permitido una mayor precisión en la reproducción de la luz y los detalles. Sin embargo, no hay pruebas concluyentes de que haya usado estos dispositivos.
- Autoría de algunas obras: Hay algunas obras atribuidas a Vermeer que han sido objeto de controversia, como «La cena de Emaús» y «El concierto», que algunos expertos han puesto en duda que sean realmente de su autoría.
- Técnica de Vermeer: La técnica de Vermeer, especialmente su uso del color y la luz, ha sido objeto de muchas discusiones y debates. Algunos han especulado que usó capas delgadas de pintura translúcida para lograr la apariencia única de sus obras.
- Influencia de otros artistas: A pesar de que Vermeer es considerado uno de los grandes maestros del arte holandés del siglo XVII, ha habido discusión sobre la influencia que otros artistas pudieron haber tenido en su obra, especialmente Pieter de Hooch y Gerard ter Borch.
- Restauración de sus obras: La restauración de las obras de Vermeer ha sido objeto de controversia, especialmente debido al cambio de tonalidades y colores que se han producido con el tiempo y a la dificultad de distinguir lo que es original de lo que es restaurado.
Johannes Vermeer cuenta con una prolífica cantidad de obras artísticas que son elogiadas por la comunidad de expertos. No obstante, algunas de ellas gozan de ser las más virtuosas, por ejemplo:
La joven de la perla
Se le conoce también como “La Mona Lisa holandesa” y es sin duda alguna, una de las obras maestras realizadas por Vermeer. La misma data entre 1665 y 1667, y como el nombre lo indica, el pendiente de perla es el punto primario focal de la obra.
La joven de la perla muestra a una mujer de apariencia joven, seductora y encantadora. En ella se muestra un misterio que solo Vermeer era capaz de evocar y uno de los tantos simbolismos que buscó o no, expresar.
Actualmente se encuentra en el museo Mauritshuis de La Haya y lo que más resalta en esta obra, son los frescos colores de la indumentaria, los cuidados matices dados para la expresividad de la joven. Así como también, el espectro color negro que permite centrar nuestra mirada en tan magistral derroche artístico.

Vista de Delft
Se estima que esta obra data entre 1660 y 1661, mientras que las medidas exactas del lienzo son: 96,5 cm de alto y 115,7 cm de ancho. La misma, se encuentra en el Mauritshuis de La Haya, Países Bajos.
Para ese entonces resultaba bastante común crear pinturas basadas en países de las ciudades holandesas. Por esta razón, la obra de Johannes Vermeer no era una novedad, ni mucho menos el nombre del artista la hacía mejor.
Destaca por tres aspectos, el primero es que en lugar de utilizar una cámara oscura, utilizó un telescopio invertido. Esto le permitió al artista redireccionar la visión panorámica de esta parte urbana de la ciudad y así, trasladarla al lienzo.
En lo segundo, encontramos que esta pintura, aunque refleja un lugar real de Delft, es una representación idealizada de Vermeer.
Esto lo sabemos, porque si viajamos al punto de Delft donde el pintor creó la obra, nos damos cuenta de que las figuras de las personas de la orilla deberían haber sido representadas a una escala mucho mayor. Vermeer, posiblemente modificó la escala para representar la ciudad de una forma más grandilocuente.
El tercer aspecto destacable es la maestría en la técnica utilizada por el autor. El uso de pinceladas más largas y suaves para representar el cielo y el agua, mezcladas con un exquisito uso del puntillé para destacar los detalles y texturas de los distintos objetos y edificios.
Tanto el uso del telescopio invertido como la idealización de la ciudad junto con los detalles técnicos, le dan al cuadro una perspectiva única, en la que el entorno se entre mezcla creando un balance espectacular entre todos los componentes en la obra.

Diana y sus compañeras
Esta obra data del 1656 y se atribuye su creación a Johanees Vermeer. La misma tiene su inspiración en la mitología romana y más específicamente, en la diosa Diana. Sin embargo, debido a que se le consideró imperfecta por la representación de las posturas y facciones, muchos dudaron que fuese de Vermeer.
En esta pintura se representa a la Diosa Diana en su estado terrenal cuidada por sus ninfas. La mujer de negro al fondo es identificada por muchos como Calisto tocando su vientre, debido al embarazo.
A pesar de sus aparentes imperfecciones, la maestría de este lienzo se encuentra en la combinación de la representación terrenal, dinámica y fresca de Diana, junto a la fantástica paleta de colores usadas por el artista, así como a su gran componente religioso, ya que Vermeer compara tipológicamente a Diana con Cristo.
En ella hay una idealización, brillo y la naturalidad del entorno humano caracterizado por los dioses, que contrasta con otras representaciones típicas de la diosa, en las que solía aparecer desnuda o semidesnuda.

El arte de la pintura
La creación de esta obra data entre 1666 y 1667, simboliza una alegoría del arte mismo y cómo los pintores conciben su inspiración.
En este lienzo se pueden encontrar muchos detalles mejor cuidados que en otras de sus obras. La dama que sirve de musa mientras toma un libro, el artista canalizando toda su creatividad para plasmarla en un lienzo. Todo ello es el punto central, para elevar junto a la profundidad de sus colores y el contexto, lo más hermoso de este arte.
Se estima que el “El arte de la pintura” es la máxima expresión artística de Johannes Verneer, pero también es la más elevada manifestación de maestría de su época.

La lechera
«La Lechera» es una de las pinturas más famosas de Vermeer y uno de los ejemplos más destacados del género de la pintura de género o costumbrista que se popularizó en el siglo XVII en los Países Bajos.
La pintura representa a una lechera joven en su cocina, vertiendo leche en una jarra de barro. Vermeer logra capturar la luminosidad y los detalles de la escena, desde los reflejos en la jarra de barro hasta las sombras que caen en la pared de fondo. Los detalles realistas de la escena sugieren que Vermeer se preocupaba por capturar la vida cotidiana tal y como era, lo que lo convierte en un ejemplo del estilo del Barroco holandés.

Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Johannes_Vermeer
https://www.holland.com/es/turista/descubre-holanda/tradicionales/los-grandes-maestros-holandeses/johannes-vermeer-17.htm
https://www.wikiart.org/es/johannes-vermeer
https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/149/Jan%20Vermeer%20-%20Johannes%20Vermeer
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